Durante la Semana Santa, una persona saludable puede comer de todo, siempre que sean en cantidades necesarias.
En Semana Santa son famosas algunas preparaciones como el arroz con leche y las frutas rellenas. Estas preparaciones se pueden consumir pero al ser altas en azúcar y grasa, se debe de restringir la cantidad de consumo, lo recomendable es que no sea más de una vez al día
“El éxito de la correcta nutrición, consiste en comer lo necesario, pero también gastar lo conveniente. Tener el desayuno, una merienda a media mañana, almuerzo, una merienda a media tarde y cena sumado a realizar actividad física todos los días, ayudará a mantener un peso saludable, aún en Semana Santa”.
Por lo general en este periodo se suele optar por paseos y comida fuera de casa, pero lo apropiado es aprovechar el tiempo que se tiene para optar por comida casera el motivo es muy sencillo se es más cuidadoso en su preparación así como en la utilización de los alimentos que por la temporada suelen ser más frescos y naturales.
Se recomienda que entre comidas deba existir por lo menos tres horas de tiempo y consumir la suficiente cantidad de líquido para ayudar a controlar el hambre y por consiguiente, la alimentación, “8 VASOS DE LÍQUIDO AL DÍA SON IDEALES, PERO PROCUREMOS QUE 4 DE ELLOS SEAN AGUA PURA”.
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Vía: http://quemacalorias.blogspot.com
**Recuerda siempre que conviene consultar a un especialista (médico o nutricionista) cada ves que empezamos alguna dieta.